A penas hace dos horitas que me cubrí con la manta, y
ya estoy desayunando. Un domingo más, he vencido al Sol y me he despertado
mucho antes que él.
Hemos quedado a las 6 a.m. para el desayuno oficial de
los GRUMOCS asfalto-montañeros en nuestra querida cafetería Ibiza.
Eran las 5:00 horas cuando desayuné, pero ese cafetito
activador se ha convertido en toda una necesidad antes de nuestras tiradas
largas fuera de Callosa de Segura.
Hoy se unía al grupo, José Ramón “Primé”, un buen amigo que disfruta mucho más sobre el terreno
rocoso que sobre el pavimento; no es montañero puro, pero sube y baja por la
sierra con una soltura excepcional.
El primero en llegar a la cafetería es Luis, y no tarda ni un minuto en
lanzarnos por whatsapp:
- Informales, ¿vamos?
Álex y yo, estábamos de camino y no tardamos en contestar
el cariñoso toque de atención de nuestro compañero.
Ya estábamos los tres “mosqueteros”
suministrándonos la pequeña dosis de cafeína, sin embargo, D’Artagnan todavía
seguía sin dar señales de vida.
Luis y Álex bromeaban, mientras el primero le daba
caña a José Ramón a través de la citada aplicación para móvil.
10 minutos más tarde nuestros teléfonos vibraron al unísono, Primé nos avisaba de su problema ocular y tardaría un
poquito (estaba peleando con una de sus lentillas)
Salimos dirección Agost con bastante tiempo de
antelación a la hora acordada con nuestros compañeros “Els Caragols de Agost” para hacer unos kilómetros más.
A las 7:00 ya estábamos en el lugar donde tendrá lugar
el comienzo de la prueba, el colegio público “La Rambla”.
Hacía bastante fresquito a aquellas horas, y sabíamos
cuál era el remedio infalible para combatirlo; estiramos y empezamos a correr a
ritmo tranquilo.
Nuestra intención era hacer unos 5 kilómetros por
asfalto antes de la quedada con nuestros amigos agostenses, pues necesitamos
acumular distancia en nuestras piernecitas para estar a punto en el I Trail Montes del Pilar 32K (Benejúzar)
que tendrá lugar el próximo 10 de Enero 2016.
La localidad de Agost
tiene muchos encantos, los descubrirás cuando hagas una visita a este lugar
repleto de naturaleza.
El baúl del recuerdo, asociaba lo que irrumpía a
través de mis ojos, con lo experimentado un año atrás en el que fue mi primer trail; mientras corríamos, intentaba
describir el terreno a mis compañeros. He de admitir que no había inmortalizado
aquella prueba, tan bien como creía. Recordaba que en la sierra había muchísimas pendientes
y algunas muy duras, lo que desconocía por completo era que en asfalto era
igual. Tan sólo hicimos 3 kilómetros de los cinco que teníamos pensado hacer, 3
kilómetros donde reinó la ausencia de llanos.
Eran las 7:45 y habíamos llegado puntuales al
encuentro con mi apreciado amigo Michel
Azor y el resto de Caragols; pese a nuestra excepcional
puntualidad, el equipo de guías y exploradores al que nos sumaríamos, se
encontraba listo para partir.
GRUMOCS y Caragols. Abajo: Emilio, Sito, Seve, Michel, Rizo y Guillermo. Arriba: Mike, Álex, Luis, Primé, Chorro, "La bestia alicantina" y Noemí. Mencionar además a Suay (el fotógrafo) y Puchol y Joan que se unieron más tarde a la quedada. Fotografía de "Els Caragols de Agost". |
Un fuerte abrazo a Michel y una rápida presentación de
todos los presentes, indicaron nuestra hora de salida.
Cresteando. |
Partimos desde el colegio “La Rambla”, a los pocos
metros, un giro a la izquierda y salimos del asfalto. En poco más de un kilómetro, una primera y elevada
pendiente se manifestaba ante nuestra presencia. Corrimos y andamos hasta
llegar a la cima.
Nos reagrupamos en lo alto y continuamos la marcha;
subidas y más subidas que se acumulaban en nuestras piernas sin darnos un
respiro.
Vistas maravillosas las que disfrutábamos mientras
ascendíamos por la cresta de la majestuosa sierra del Ventós hasta su cumbre,
nada menos que asentada en el kilómetro 8,5 aproximadamente, y a una altura de
859m.
El paso por las Peñas de Xirau, despertó mis
recuerdos visualizando la gruesa cuerda que nos aseguraba el paso sobre un inquietante
despeñadero. Este tipo de obstáculos son los convierten en divertidas las
competiciones de montaña, suponen ese puntillo “extra” por el que pasas de una total
concentración en aproximarte a los dígitos de un crono, a un disfrute exclusivo
de la prueba. Este punto, que cargó mi depósito de adrenalina,
delimitaba el último kilómetro de ascenso, con la cercana bajada.
Mi paso por las "Peñas de Xirau" en la 2ª edición de la prueba. Fotografía de "Els Caragols de Agost". |
Ahora empieza lo bueno, la prueba de fuego que distingue
corredores de asfalto, de corredores de montaña: 6 km de descenso; un descenso no muy pronunciado, aunque con algunas
bajadas técnicas capaces de ponernos en un pequeño aprieto a los corredores de
asfalto.
He de confesarte que no me vendría nada mal un curso
de orientación, amigo lector, pese haber corrido el año pasado por esa zona,
los compañeros se me escaparon en la bajada y me quedé solito sin saber dónde
ir. Descendí sin encontrar el camino que me conduciría hacia ellos. A los pocos
minutos, Seve (a quien sus
compañeros llaman cariñosamente “el Kilian Jornet
agostense”) venía en busca mía veloz como un rayo. No hace falta estar mucho
tiempo con Seve para saber que su gracioso apodo, es más que acertado. Asombrosamente,
me desvié tan sólo 300 metros.
Continué el descenso junto a Seve; no había mucha
pendiente y los dos corríamos a la par, manteniendo un buen ritmo, mientras
charlábamos sobre la prueba.
Intentamos dar caza a nuestros compañeros, los veíamos
cerquita, pero no lográbamos alcanzarlos. Nos detuvimos un instante; con la
misma potencia que tarzán se
comunicaba en plena selva con los animales, Michel y Seve entablaron un escueto
diálogo retumbante, donde todo ser viviente en la sierra supo que nos reagruparíamos
en el “Templo”.
El camino hacia el "Templo" tiene un toque mágico, está
formado por rocas impermeables y en nuestra salida, acompañadas de pequeñas zonas
enlodadas que conservaban parte de las últimas lluvias.
Atravesamos una pequeña cueva y justo cuando acababa
la oscuridad, se exhibieron ante nosotros unos escalones de piedra bien
alineados y pulidos; no era obra del hombre, eran rocas naturales dispuestas de
esa forma, todo un capricho de la naturaleza.
Una de nuestras paradas de reagrupación en lo alto del Ventós. Luis, Álex, Michel, Mike y Chorro. |
Sevas y Puchol,
nos abandonaron al llegar a la dulce morada del gran caragol, necesitaban acumular más kilómetros y marcharon
dirección Maigmó,
nada menos que una sierra con 1296 m de altitud máxima.
El “Templo” nos revela la cercanía de la línea de meta,
pues se encuentra a poco menos de 2 kilómetros de distancia. Mantuvimos un
ritmo estable y cómodo para acabar el entreno todos juntos.
El último tramo acontece en el interior de un bonito
parque, finalizando la prueba con una pequeña elevación e inmediato descenso en
asfalto.
Cabe citar, que este año, la prueba presenta una
pequeña reducción del trazado sobre asfalto.
Una vez más, estábamos en el colegio, algunos con 16 kilómetros medidos con una precisión
sorprendente (según Polar y Garmin) y otros con poco más de 19.
Perfil 3er Trail El Ventós. Imagen extraída de la página facebook de "Els Caragols de Agost". |
Después de un duro entrenamiento ya sabes lo que toca,
¿no?
¡Exacto! ¡Tuvimos que hidratarnos bien!
Algunos caragols
tenían prisa, pero Sito, Joan y mi gran amigo Michel, nos acompañaron a un quiosco cercano. Michel se apoderó de dos litros de cerveza bien fríos
y una buena bolsa de patatas fritas de jamón, las “Ruffles” de toda la vida, y Sito… debía reponer las 2000 calorías que había perdido
aquella mañana, así que se hizo con un buen bocata de jamón serrano.
Esta vez habíamos cambiado el liviano picoteo de un
bar por un ligero tentempié, venerando a un solitario banco en plena calle; más
que un almuerzo, daba la impresión de un “botellón matutino” entre amigos.
Charlamos un ratito y echamos unas risas. Pasamos una
mañana genial con nuestros compañeros agostenses.
Selfie post-aperitivo con Michel, Luis, Álex, Primé, Sito y Joan. |
Luis también tenía prisa, así que no nos entretuvimos
demasiado. Nos despedimos y marchamos a casa.
Si todavía no tienes planes para este domingo 29 de noviembre, no dudes en inscribirte al “3er Trail El
Ventós”; 16K repletos de emoción, adrenalina, diversión y una organización de
sobresaliente. Este año disfrutaremos además con un gran speaker: Kike Moret.
¿Nos vemos en Agost?
Agradecer a todos los compañeros del club de
montañismo “Els Caragols de Agost”,
habernos acompañado aquella estupenda mañana y mostrarnos el recorrido de la
prueba.
Gracias a mi camarada Michel por el picoteo, mediar con el club agostense, y motivarme a
escribir esta crónica. Se agradece de corazón el interés que mostráis por ver
mis “historietas”. Como siempre, un placer volverte a ver y disfrutar de un
rato a tu lado, amigo.
Especial mención a mis inseparables GRUMOCS, compañeros y
sobre todo amigos, con los que voy en "pack" a todos lados: Álex, Luis y Primé.
No hay comentarios:
Publicar un comentario